«Es mejor equivocarse siguiendo tu propio camino, que tener razón siguiendo el camino del otro.»
Fiodor Dostoievski
Trazar tu propio destino no tiene parangón, es uno de los mayores placeres del que se puede llegar a disfrutar. Aún en el peor de los casos, con grandes fallos, eres el dueño de tí, cosa nada fácil.
La verdadera felicidad radica en ese pequeño, aparentemente, placer de decidir que hacer con tu vida en todo momento, libremente y descargado de ataduras que no has elegido.
Elige y marca tu rumbo, aún no siendo lo más fácil, la recompensa al final del camino valdrá la pena.